La comarca de Ortegal se encuentra en el noroeste de España, dentro de la provincia de A Coruña, en Galicia. Al norte, limita con el océano Atlántico y el mar Cantábrico. Al este, colinda con la provincia de Lugo. Al sur, con la comarca do Eume, y al oeste, con la comarca de Ferrol.
Ortegal está formada por los municipios de Cariño, Cerdido, Mañón, Ortigueira. Aunque geográficamente Cedeira pertenece a esta comarca, dejó de formar parte de ella tras la comarcalización de Galicia, pasando a integrarse en la comarca de Ferrol.
La comarca de Ortegal, el limite entre el océano y el mar
Esta comarca goza de algunos de los rincones más vírgenes del norte peninsular, donde apenas se percibe la huella del hombre y donde el mar se muestra en su mayor esplendor.
Uno de los aspectos más singulares de Ortegal es que en su territorio une la Galicia Atlántica y la Cantábrica, ya que se encuentra el punto donde el océano Atlántico y el mar Cantábrico se encuentran. La división entre ambos se establece en el cabo de Estaca de Bares, el extremo más septentrional de la península ibérica, situado en el municipio de Mañón. Este cabo es un lugar emblemático, con espectaculares acantilados y una gran riqueza natural, convirtiéndose en un destino imprescindible para quienes visitan la zona. Entre Estaca de Bares y Cabo Ortegal, en el municipio de Cariño, se sitúa una de las rías más bellas de la península ibérica, la Ría de Ortigueira.
Un lugar para los amantes de la geología y la naturaleza más pura
Ortegal es un destino imprescindible para los apasionados de la geología y la naturaleza. Este espectacular enclave alberga algunas de las rocas más antiguas de la península ibérica. En la base del Faro de Ortegal se encuentran formaciones de anfibolita, un tipo de roca oscura con alto contenido en hierro y magnesio. Su origen se remonta a más de mil millones de años, convirtiéndolas en auténticas reliquias geológicas.
Muy cerca, en la Garita de Herbeira, se pueden observar rocas volcánicas que, en condiciones normales, solo se encuentran a unos 70 kilómetros bajo la superficie terrestre. Este fenómeno convierte a la zona en un punto de referencia para geólogos y curiosos que buscan descubrir los secretos de la corteza terrestre. Además, los impresionantes acantilados y el entorno natural de Ortegal hacen de este lugar una visita obligada para quienes disfrutan de paisajes únicos y llenos de historia geológica.
