La espectacular cascada formada en el nacimiento del río Cuervo en Vega de Codorno es después de la Ciudad Encantada, el lugar más visitado de la serranía de Cuenca, al norte de la provincia. No es de extrañar, pues este lugar declarado Monumento Natural es uno de los lugares más hermosos de nuestro país.
Las ricas aguas calcáreas de este rio han esculpido durante siglos esta increíble cascada de roca tobacea que te recomendamos visitar en invierno, porque aunque hace mucho frío y hay que llevar botas de montaña y ropa de abrigo, el musgo y el hielo la embellecen aún más, formando una espectacular escultura de piedra y hielo.
La serranía de Cuenca es una zona de incalculable valor geológico además de albergar una impresionante flora y fauna. Una biodiversidad favorecidas ambas por su gran variedad de ambientes de montaña.
Iniciamos hoy una ruta que nos lleva al nacimiento del río Cuervo en el aparcamiento al que llegamos tras 87 kilómetros, subiendo por la carretera CM-2105 y su propagación la CM-2106 hasta Tragacete y Vega de Codorno. El camino está perfectamente señalizado con numerosos carteles y señales. Más información…
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El Nacimiento del río Cuervo
El río Cuervo, afluente del Guadiela, que lo es a su vez del Tajo, tarda poco más de unos segundos en precipitarse formando una de las cascadas más bellas de España. Y lo es por su singularidad, porque no es una cascada al uso, en la que el agua cae desde cierta altura y ya está, sino que esta cascada es una cascada tobácea o travertínica.
Este tipo de cascadas es la que se origina cuando por los cortes verticales de las sierras calcáreas un rio resbala durante siglos. Esto hace que se vaya depositando poco a poco en la pared el carbonato cálcico, que disuelto en agua, va formando gradas y colgajos a modo de estalactitas. Luego la humedad se encarga de de crear el sustrato necesario para la proliferación de musgo, que convierten el lugar en una especie de esponja verde.
Sendero hacia el nacimiento del río Cuervo
En Vega del Codorno, un sendero circular señalizado de unos 1,5 kilómetros permite acercarse en aproximadamente una hora a paso lento, al lugar exacto del Cerro de San Felipe, donde afloran las aguas del río Cuervo. Este lugar es además uno de los más lluviosos de la provincia, lo que favorece la existencia de una rica flora y fauna. De hecho, destaca especialmente la existencia de 19 especies de orquídeas.
Tramo 1
El sendero hacia este salto arranca en un aparcamiento que se encuentra a unos 12 kilómetros desde Tragacete y 4 desde Vega de Codorno.
El camino transcurre entre dos empalizadas. A mano izquierda el río y a mano derecha un pinar. Trescientos metros después se encuentra la cascada tobácea. Una auténtica escultura de roca, formada por volúmenes de formas caprichosas por las que discurre el agua, desmenuzándose a modo de hilos de agua.
Tramo 2
Podemos prolongar el sendero hasta la parte superior de la cascada, protegida por cercas y vegetación de tilos, sauces, bojes, arces, acebos y avellanos.
Un poco más arriba cruzamos un puente de madera para llegara tras atravesar una pradera al nacimiento del río Cuervo. En este lugar, por una pequeña grieta del cerro de San Felipe, las aguas surgen con fuerza tras abrirse paso por galerías subterráneas, disolviendo y horadando la roca caliza en un proceso inverso al de la cascada.
A cinco kilómetros de aquí, también nace el río Júcar, en el paraje conocido como Ojos de Valdeminguete, en Tragacete.
Camino de vuelta
Las señales y empalizadas nos indican el camino de regreso por la margen derecha del rio hasta el aparcamiento desde el cual hemos salido, completando el sendero circular.
Dado que el trayecto no es muy largo, una opción es completarlo con un paseo por la cercana Hoz de la Beteta.
La Hoz de Beteta
La Hoz de la Beteta es uno de los cañones más espectaculares de la serranía de Cuenca. Situado a 28 kilómetros del nacimiento del río Cuervo, entre las poblaciones de Beteta y Puente de Vadillos.
Aquí, el río Guadiela, poco antes de beberse al Cuervo, ha modelado uno de los cañones más espectaculares de la serranía de Cuenca, con paredones de hasta 80 metros de altura y aún más imponente vegetación.
El Paseo Botánico de la Hoz de la Beteta
El Paseo Botánico de la Hoz de la Beteta se inicia en el área recreativa de la Casa de la Pradera, situada entre los kilómetros 48 y 49 de la carretera CM-210, y nos lleva hasta la Fuente de los Tilos. Un paseo fácil y vistoso que rio abajo durante 2,5 kilómetros y aproximadamente una hora de duración a paso ligero, nos permite disfrutar del hermoso bosque ribereño.
A lo largo del recorrido hay diez paradas señalizadas con tablillas que invitan a observar y conocer las especies de flora típicas del lugar: plantas aromáticas, encinas, arces, enebros, ,tejos, olmos, acebos, avellanos tilos …algunos centenarios.
La cueva de la Ramera
Otro plan estupendo es visitar la cueva de la Ramera, una cavidad colgada a 20 metros de altitud en el escarpe de la hoz solo accesible con guía y escalera metálica pero que aloja un tesoro natural espectacular ya que aquí se encuentran abundantes espeleotermas: estalactitas y estalagmitas, pero también banderas, gours, columnas e incluso milhojas que solo se encuentran aquí.
Parque cinegético de Hosquillo
En un paisaje de altos riscos y empinadas laderas cubiertas de un denso pinar se encuentra el Parque cinegético de El Hosquillo, un auténtico “laboratorio” natural de excepción de la serranía de Cuenca.
Aquí, a 34 kilómetros de Vega de Codorno y próximo a la localidad de Las Majadas ha encontrado refugio el oso pardo, emblema del lugar y otras especies como el lobo ibérico y gran diversidad de aves como el halcón peregrino o el búho real.
