El camino de San Olav es una senda que discurre en el mismo corazón de Castilla. Son 60 kilómetros desde la monumental ciudad de Burgos a Covarrubias, donde existe una capilla dedicada a este santo vikingo.
Todo esto tiene una explicación. Tanto el nombre del camino como de la capilla se debe a Kristina Haakonson de Noruega, la bella princesa nórdica que vino a España a casarse con Alfonso X El Sabio, casado ya con Violante de Aragón, y que acabó casada con su hermano Felipe. El camino de San Olav se llama así por Olav, patrón de Noruega, en honor al cual el camino y la capilla tomó su nombre.
A Burgos, inicio del camino de San Olav se llega por la A-1 desde Madrid, la AP-1 desde Vitoria o la N-627 desde el norte. El camino está incluido dentro de la extensa red europea de caminos de San Olav.
La primavera, verano y otoño son las mejores épocas para visitar estas tierras y hacer el camino, evitando siempre los días de lluvia.
El origen del camino de San Olav
Hace más de 750 años una rubia y bellísima princesa nórdica, hija del rey Haakon IV de Noruega, abandonó su patria natal con destino a Castilla. El motivo era casarse con el rey Alfonso X El Sabio, casado ya con Violante de Aragón, a la que repudiaría ya que esta no le daba hijos. Sin embargo, el viaje de Kristina se convirtió en un largo y dificultoso periplo y cuando llegó a Castilla en 1257, la hasta entonces esposa del rey, Violante, estaba esperando un hijo.
Como ya no iba a repudiar a su esposa, Alfonso X dejó que fuese la propia princesa quien eligiera marido entre sus hermanos casaderos. El elegido fue Felipe, que no dudó en renunciar su prometedor futuro como arzobispo de Sevilla para casarse con la bella dama.
La pareja se trasladó a Sevilla, que acababa de ser conquistada. A pesar de que la bella ciudad del Guadalquivir gozaba de un cálido clima y una bella luminosidad y la hermosa princesa vivía rodeada de los lujos palaciegos y bellos jardines, su carácter nórdico hacia que echara mucho de menos sus frías tierras.
A los cuatro años de su boda la bella y delicada princesa enfermó y murió de melancolía. Fue enterrada en el claustro de la ex colegiata de Covarrubias. Su última voluntad, formulada a su marido, fue construir un templo en honor a Olav, patrón de los noruegos y rey de los vikingos en el siglo XI. Más información…
Itinerario del camino
Tramo 1: De la Catedral de Burgos a Quintanilla de las Viñas
El deseo de la princesa estuvo a punto de olvidarse hasta que en 2011 se inauguró una capilla dedicada al santo nórdico en las inmediaciones de Covarrubias.
El camino arranca bajo la sombra de la catedral gótica de Burgos y discurre aprovechando el trazado del ferrocarril, hoy convertido en vía verde.
El camino se enfila hacia la comarca del Alfoz de Lara, tras pasar por otras localidades como Cardeñalijo, Los Ausines y Quintanalara, pasando por la Sierra de Peñalara.
La senda se acerca hasta la ermita de Quintanilla de las Viñas, gran ejemplo de la arquitectura visigoda en Europa, está dedicado a Santa María de Lara.
Tramo 2: De la ermita de Quintanilla de las Viñas a la Dehesa de las Mambrillas de Lara
Desde la ermita se inicia el tramo más interesante del recorrido. En unos 12 kilómetros nos encontramos con un castillo medieval, un dolmen megalítico, un yacimiento con huellas de dinosaurios y un desfiladero lleno de sabinas.
Un poco después nos adentramos en la Sierra de Las Mamblas, uno de los rincones más espectaculares y de mayor diversidad de la región. La Dehesa de las Mambrillas de Lara, es una dehesa de quejigos centenarios que acogió la instalación artística llamada Enraizados de Enrique de Rivero Cuesta. Una exposición de fotografías de lona de los habitantes de Lara , expuestas sobre robles centenarios.
Tramo 3: La capilla de San Olav en Covarrubias
Tras disfrutar del hermoso bosque el camino cruza un portillo descendiendo hasta la Capilla de San Olav, un pequeño santuario escondido entre riscos y encinas. La capilla sorprende por su vanguardista concepción arquitectónica y el contraste de sus formas y materiales.
Covarrubias
Tan solo restan caminar 3 kilómetros hasta Covarrubias, villa Medieval con numerosos atractivos, donde destaca su excolegiata de Covarrubias, de estilo gótico. Dedicada a San Cosme y a San Damián, en su claustro acoge el sepulcro de la princesa Kristina de Noruega, cuyo marido había sido abad de la misma. También guarda un interesante panteón del conde Fernán González y un renombrado órgano barroco que en ocasiones puntuales ofrece concurridos conciertos.
También sus casas con entramados de madera, las plazas de Doña Urraca y Doña Sancha, unidas entre ellas por un estrecho callejón, el torreón de Fernán González o de Doña Urraca, del siglo X, la bella iglesia de santo Tomás y el Archivo del Adelantamiento de Castilla. Más información…
