Una naturaleza y paisaje llenos de contrastes
Desde el punto de vista natural, Tenerife es una isla de contrastes paisajísticos entre el norte y el sur de la isla.
Aunque la isla disfruta de buen clima casi todo el año, la parte norte es más lluviosa y tiene una vegetación exuberante y tropical. El Sur, en cambio goza de un clima más caluroso y garantizado durante todo el año, por lo que es la opción perfecta para los que busquen sol y playa. Por eso, el ambiente del sur es más turístico y el del norte además de playas y parques naturales ofrece un ambiente más local y selecto.
Playas
Las playas del norte son más salvajes, con arena negra de origen volcánico y acantilados como la playa de Puerto de la Cruz. Aquí, también encontrarás propuestas recomendables junto al mar, como las famosas piscinas de los Lagos Martiánez.
El sur de la isla en cambio, cuenta con extensas playas de arena blanca y dorada –muchas de ellas artificiales con arena traída del Sahara- que recorren prácticamente todo el litoral. En la playa de Las Vistas, en Costa del Silencio o en los impresionantes acantilados de Los Gigantes podrás pasar unos días de absoluto relax. En la zona de Costa de Adeje y Arona se concentran hoteles y boutiques de lujo para combinar las horas de playa con el shopping.
Y una cultura por descubrir
La cultura de Tenerife es aún desconocida para muchos. Se concentra sobre todo en el norte de la isla, en la capital, Santa Cruz de Tenerife y en la tranquila ciudad de San Cristóbal de la Laguna declarada Patrimonio Mundial. Un lugar para recorrer paseando por sus amplias zonas peatonales entre edificios históricos de marcado estilo colonial.
Por sus calles se organizan <strong>visitas guiadas gratuitas</strong> para conocer y disfrutar de sus plazas, palacetes y monumentos.
En Santa Cruz, además de su amplia oferta comercial, es recomendable visitar la plaza de España, el parque García Sanabria, el mercado Nuestra Señora de África, su moderno auditorio o el centro de arte TEA.