El Pedregal de Irimia es el primer lugar donde se puede ver el agua encauzada del Río Miño. está situado en la ladera oeste de la Sierra de Meira, a 2,5 km de la villa. Es como un río de piedras, en su mayor parte cuarcitas procedentes de una morrena cárstica. Tiene una extensión de aproximadamente 700 metros en forma de embudo y en su término puede verse un pequeño riachuelo silencioso pero inquieto.
Hay muchas leyendas que hablan de este lugar, como la historia de una vieja que pastoreaba su ganado por el monte. Ante el ataque de los lobos echó a correr lanzándoles piedras y dejando caer las que tenía en su regazo, Las piedras comenzaron a crecer monte abajo abriendo la tierra y dejando salir un riachuelo de agua.
Se encuentra a unos 2,5 kilómetros del pueblo. Para llegar a é desde Meira hay que tomar la carretera que pasa por el lado izquierda de la iglesia. El camino está bien indicado y se llega en coche y en autobús y hay un buen lugar para aparcar.