Los Arribes del Duero, territorio de vértigo

Los Arribes del Duero comprende un territorio de asombrosos cañones y acantilados, entre la provincia de Salamanca y Zamora. Siguiendo El río Duero, en su avance hacia la costa atlántica en la línea fronteriza entre España y Portugal.

Esta especie de fiordos fluviales es una de las zonas menos transitadas y conocidas de Castilla y León. En los Arribes del Duero, antes de que el Duero se adentre en Portugal para desembocar en Oporto, se suceden hermosos pueblos, como Ledesma, Villarino de los Aires, Pereña de la  Ribera, Vitigudino y Aldeadávila. Pueblos que son la excusa perfecta para explorar sus farallones del oeste de la provincia de Salamanca.

Además del Duero en Los Arribes confluyen el río Huebra y Uces. En el cañón de este último se localiza una de las cascadas más espectaculares de toda la Península: el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros.

La histórica Ledesma y sus monumentos

Ledesma es uno de ellos, a tan solo 35 kilómetros de la monumental salamanca, es un buen punto de partida de nuestra ruta en Arribes del Duero. Dos puentes, uno viejo de uso peatonal y otro más moderno nos llevan a la población.

Ledesma es un pueblo a las orillas del Tormes bien organizado, que ha sabido conservar su pasado. Un pasado que tiene su origen en las tribus celtas, que ya rondaban por estos lugares en los siglos VIII y VII antes de Cristo. Luego los romanos, que colonizaron la ciudad, también dejaron aquí su impronta. Muestra de ellas son el menhir, el verraco, la muralla romana…

La visita hay que comenzarla en el Centro de Interpretación Histórica Bletisa, ubicado en la Iglesia de San Miguel.

Después de hacer el recorrido circular autoguiado que hilvana la ruta monumental y que comienza en las calles de San Miguel, podemos conocer un poco más el origen del patrimonio mental de esta localidad: las murallas, el castillo, la ermita del Carmen, y el Palacio de Beltrán de la Cueva.

La puerta de San Nicolás, de finales del siglo XII y flanqueada por dos cubos cilíndricos es la única de las ocho que se conserva de la muralla de Ledesma.

El Puente es de origen romano, declarado Bien de Interés Cultural.

Enfrente del edificio del ayuntamiento, en el recoleto espacio de la Plaza Mayor, se alza la Iglesia  gótica de Santa María la Mayor, una de las más bellas de toda Salamanca. Además de la ruta urbana, hay otra la Ruta del Puente Mocho atraviesa el puente mocho de cinco arcos de piedra y un bosque de encinas centenarias donde es posible contemplar al buitre leonado o al milano negro.
Los amantes de la naturaleza pueden aprovechar que están en la Ribera del Tormes para disfrutar de sus paisajes y realizar actividades como piragüismo.

Ledesma es famosa por su balneario de aguas medicinales y respecto a su gastronomía, son famosas sus rosquillas, que se elaboran en obradores (talleres artesanales) que admiten visitas. Por último, es recomendable visitar Ledesma cuando se celebra la fiesta del Corpus y sus conocidos encierros. Más información…

Villarino de los Aires, su tradición vinícola

Antes de entrar en este pueblo, un cartel lleva hasta el Teso de San Cristobal. En el cerro encontramos unas tumbas talladas en la roca y una ermita, además de unas vistas espectaculares.
Aquí la tradición vinícola de la zona viene de lejos. Nada mejor que visitar la bodega Viña Romana situada en uno de los costados del casco urbano de Villarino para verla y catarla. Si además, se dispone de tiempo, un paraje muy recomendable cerca de Villarino es Ambas Aguas, el lugar donde se funden las aguas del Tormes con las del Duero.
El camino –de 3,5km con un pronunciado desnivel –se realiza en coche y arranca de la Plaza Mayor por la calle de Ambas Aguas.

Pereña de la Ribera

Otro de los pueblos que es imprescindible visitar en los Arribes salmantinos del Duero es Pereña de Ribera.
Aquí se realiza un concurso de murales. Muchas fachadas de la localidad aparecen decoradas con los murales ganadores del concurso que se realiza cada año.

De uno de los extremos del pueblo parte un camino de cemento que nos lleva a la ermita de nuestra señora del Castillo, antiguo castro prerromano con un balcón con visitas a pocos metros del templo.

Pero si por una cosa es famosa esta localidad es por ser punto de paso al Pozo de los Humos, unas cascadas algo más alta que las del Niágara. El nombre de la cascada, Pozo de los Humos, hace alusión al vapor que se desprende por el fuerte impacto del agua contra las rocas. Una gigantesca cola de caballo que salta por un cortado rocoso y es visible desde el mirador de Masueco.

Visitarla en época de lluvias intensas es algo impresionante. Y contemplarlas desde la pasarela aérea que hay instalada encima del pozo solo es apto para los que no tienen vértigo. A este lugar se llega en coche por un camino señalizado que arranca en las calles de Masueco.

Vitigudino y La piedra del camino

Antes merece la pena tomar la carretera que va desde Pereña al pueblo de la cerámica de Vitigudino. La localidad de Vitigudino es conocida también por su mercado, donde se compran y venden productos procedentes de la vecina Portugal. Junto a la plaza Mayor encontrarás varios bares y restaurantes en los que poder tapear el famoso jamón de Vitigudino. Si quieres algo más consistente, varios restaurantes ofrecen menús del día muy económicos para comer o cenar donde se incluyen las ricas carnes de la zona.

A nueve kilómetros y a menos de medio de la localidad de La Peña, localizamos un peñasco de dimensiones enormes. Unos 40 metros de altura y 70 de diámetro en la mitad de una meseta. Parece caído del cielo, pero la realidad es que está roca de origen magmático llamada sienita, parece haber soportado la erosión de miles de años mejor que el terreno circundante, o a esta conclusión han llegado los geólogos.

Aldeadávila, el remate perfecto a la ruta de los arribes del duero

Buitre leonado Castilla LeónLa navegación fluvial por las aguas fronterizas de España y Portugal en catamarán es una recomendable experiencia.
Un punto y final a una ruta llena de panorámicas asombrosas lo ponemos en tres miradores de altura en Aldeadávila -de la Ribera- . Aquí las visitas imprescindibles son a la iglesia de San Salvador, la presa de Aldeávila y el poblado de La Verde. Estos dos últimos forman parte del sistema hidroeléctrico del Duero.

Dese el pueblo de Aldeadávila salen varios senderos que transitan por el Parque natural de los Arribes del Duero.

El Mirador Picón de Felipe es un privilegiado balcón sobre el cañón del Duero y con unas vistas espectaculares de la presa de Aldeadávila. Se llega caminando por un sendero de un kilómetro desde el desvío que encontramos poco antes del segundo, el mirador del Fraile.

Para llegar al tercero, el Mirador de la Central, seguimos hasta el poblado de La Verde, construido por Iberdrola al pié de la presa. Allí encontramos una pequeña, estrecha y retorcida carretera que sube hasta él. Subir hasta el da un poco de vértigo pero al llegar hasta él alcanzas las panorámicas de los buitres que lo sobrevuelan. Toda una experiencia de altura. Más información… 

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