El bosque de Secuoyas de Poio es, según varias publicaciones, el «mayor de Europa», compitiendo con el del Monte Cabezón en Cantabria. Un informe técnico indica que el de Poio es mayor en extensión, aunque el de Cantabria tiene más ejemplares. El bosque de Poio cuenta con 500 secuoyas rojas, mientras que el de Cantabria tiene 800. Las secuoyas son una de las especies arbóreas más altas, alcanzando más de 115 metros en el Parque Nacional Redwood, y pueden vivir miles de años.
Con más de 2 hectáreas de secuoyas, el bosque ofrece un bello rincón natural y vistas fantásticas a la ría de Pontevedra, con la Isla de Tambo y el campo de golf de Meis.
Para visitar el Bosque de Secuoyas de Poio, sube al Monte Castrove. El acceso es fácil y está bien señalizado desde la carretera a la Escusa, partiendo del cruce del Monasterio de Poio o desde Armenteira.
Historia del Bosque
El Bosque de secuoyas, conocido como el Bosque de Colón, es de origen reciente. Se remonta a 1992, cuando se conmemoró el 500 aniversario de la llegada de Colón a América en 1492. El gobierno americano, presidido por George Bush padre, regaló a España 500 secuoyas rojas (Sequoia sempervirens) como símbolo de hermandad entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Se eligió una ladera del Monte Castrove, a más de 400 metros de altitud, mirando al Atlántico, en una parcela cercada de 2 hectáreas, dejando 200 ejemplares en reserva en el Centro de Investigaciones Forestales del Pazo de Lourizán.. Con la sombra de las secuoyas, apenas crece maleza entre ellas. Como complemento, se instaló el área recreativa O Castro con otras especies como pinos y robles.
Lugares de protección
En 2017, la Comunidad de Montes solicitó a la Xunta de Galicia que el bosque se declare Espacio Privado de Interés Natural (EPIN) para ser protegido, al igual que el Bosque das Sobreiras do Faro en Oia.
En Vilaboa, en el Monte de Taoira, se planea crear un nuevo bosque de secuoyas en una parcela de 20 hectáreas, plantando 1050 secuoyas, 450 cedros, 370 robles americanos, 1150 castaños y más de 14000 pinos. Este proyecto de 2019 busca recuperar una zona dominada por eucaliptos.
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